El sangrado de encías es uno de los motivos más comunes por los que mucha gente acude a nuestra clínica dental en Moncloa, Madrid. Y es normal que preocupe. Aunque la mayoría de las veces no sucede por una dolencia grave, en otras sí que puede ser un síntoma colateral de enfermedades más graves. En cualquier caso, tener una dentadura cuidada suele ser incompatible con el sangrado de encías. Y es que en estos casos siempre hay algo que se está haciendo mal, la cosa es entender el qué. Por eso, queremos explicarte aquí algunos de los motivos principales que pueden producir ese sangrado.
Lo primero de todo es puntualizar una cosa: a veces pueden sangrar durante el cepillado y otras veces no tiene por qué ser así. Puede ser mientras masticas algo, al hablar o, sencillamente, cuando ejerces un poco de presión con la mandíbula. Es normal que en ocasiones sangren, pero cuando esto pasa a ser algo más o menos frecuente o habitual, presta atención, porque podría deberse a alguno de estos motivos:
¿Llevas aparato o prótesis dentales externas? Si ves que es, precisamente, esa zona la que sangra, entonces probablemente se deba a que no se haya ajustado correctamente a la forma de tus dientes. En ocasiones, incluso, a causa de una presión indirecta, puede provocar el sangrado en los alrededores del diente protésico, aunque no suele ser lo habitual. Este motivo es fácil de identificar y de corregir. Bastaría con que acudieses a tu clínica dental de confianza para que te realizaran los ajustes pertinentes, y no tendrías que preocuparte de nada más.
Cada día estamos más concienciados y concienciadas sobre el uso y las bondades del hilo dental. Sin embargo, que lo uses a diario no significa que lo emplees correctamente. Muchas veces puedes estar moviéndolo de una forma demasiado agresiva, que incida de más en el surco del diente, y que se acabe clavando en la encía, produciendo herida. Piensa que esa parte del tejido es especialmente sensible, por lo tanto, una rozadura un poco más agresiva de lo habitual ya puede crear irritaciones o sangrados. Así que si es el hilo dental lo que produce la sangre, la conclusión es clara: lo estás utilizando erróneamente.
En el cepillado, la idea es que las cerdas no ataquen o no incidan en la encía, ya que como te decíamos, esta es especialmente sensible. En cualquier caso, un cierto contacto siempre es inevitable. Lo que sí que puedes (y debes) alterar es la dureza del cepillo que utilices, y la agresividad con la que lo apliques.
Hay personas que, de nacimiento, tienen las encías sensibles, y les sangran con más facilidad, a pesar de que no sufran ninguno de los problemas aquí descritos. Esas personas tienen que utilizar unos cepillos con unas cerdas un poco más blandas, para que la encía no sufra tanto.
Por otro lado, trata de regular y medir bien la fuerza que ejercer con el propio cepillo en tus dientes, ya que esta puede ser superior a la recomendada. Piensa que no solo está el cepillo como arma o mecanismo para eliminar los residuos de tu boca. El colutorio o el hilo dental también te ayudarán. Por lo tanto, si tu cepillo no quita todos los restos, otro producto lo hará.
Cuando ese sangrado que hemos descrito se produce, aparentemente, sin causa previa, es entonces cuando podemos estar hablando de gingivitis, o de cualquier otro tipo de infección dental y en las encías. Generalmente se producen cuando los residuos naturales que deja la alimentación se introducen por dentro de la encía, infectándola, produciendo pus, hinchazón, sensibilidad y sangrado. Esto puede ir a más y puede, también, atacar la raíz de tu diente. Por lo tanto, es imprescindible que mantengas una higiene completa y adecuada para tus dientes.
Esta es una buena pregunta. Aquí te dejamos algunos de los tips más útiles:
– Ten una limpieza completa. No te detengas solo en el diente. Emplea hilo dental (para llegar al nacimiento de la encía sin incidir en ella y dañarla) y colutorio.
– Emplea adecuadamente tus elementos de higiene. Como te decíamos, busca un buen cepillo, adecuado para tu boca, y profundiza lo suficiente con el hilo como para no dañar las encías.
– Visita a tu dentista de confianza regularmente. Probablemente el consejo más útil. Piensa que una infección o un problema dental que provoque el sangrado no aparece de un día para otro. Suele tener una incidencia acumulada de malos hábitos o recursos mal gestionados. Por eso, con limpiezas dentales regulares, evitas que esto llegue a sucederte.
En conclusión, el sangrado de encías es uno de los problemas dentales más comunes. Y aunque generalmente no indique nada de mayor gravedad, no por ello hay que descuidar este síntoma. Por eso, en nuestra Clínica dental en Moncloa (Madrid) te ofrecemos todo tipo de servicios para mantener tus dientes siempre sanos, fuertes y cuidados.