¿Eres una de esas personas que no tienen claro cuándo ir al dentista? Es común, al fin y al cabo muchas veces un síntoma se puede interpretar, simplemente, como una molestia pasajera. Pero lo cierto es que tus dientes y tu boca no dejan de alertarte continuamente acerca de cuándo es lo más oportuno ir a que un profesional revise su situación. En nuestra clínica dental en Moncloa (Madrid) muchas veces nos encontramos con el mismo tipo de pacientes. Es un perfil muy similar en el que, sencillamente, se desoyeron algunas molestias o dolores por considerarlos insignificantes. Y que luego provocaron un problema dental mucho mayor. Te lo explicamos.

Cosas que te avisan de cuándo ir al dentista

Vamos con los síntomas más comunes y, a la vez, preocupantes:

1. Un sangrado constante de encías

Especialmente cuando te cepillas. Este es un indicativo de que tienes que ir a un dentista sí o sí. Es especialmente peligroso este síntoma, principalmente porque no suele ir acompañado de dolor. A veces, durante el cepillado o al comer cosas algo más duras o correosas, puede producirse, con la presión o el contacto, un sangrado en la encía. Esto suele indicar algún problema o una inflamación que puede llegar a afectar al hueso. Por lo tanto, aunque directamente no causa dolor, dejar que la inflamación se extienda es especialmente preocupante. Salvo que sea por una herida directa, recuérdalo: el sangrado no es algo que se deba de producir de manera habitual.

2. Mal aliento constante

Otro síntoma indoloro pero que puede llegar a convertirse en un factor especialmente molesto. ¿Qué pasa cuando, por mucho que te laves los dientes, tu boca sigue teniendo mal olor? Esto puede indicar, perfectamente, una infección. El mal aliento muchas veces va acompañado de sensibilidad dental o de sangrado habitual de encías. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Lo mejor es acudir a un profesional que te pueda examinar la boca con calma y precisión.

3. Dolor en los dientes

Este síntoma es el más evidente que te indica cuándo ir al dentista. El dolor, si algo bueno tiene, es que es una señal que no puedes ignorar y a la que tienes que hacer caso en todo momento. Esto quiere decir que, cuando se produce de forma constante o con intermitencias pero durante un tiempo prolongado, siempre vas a tener que acudir a un profesional.

¿De qué puede ser síntoma? Pueden ser varias cosas. Desde una mala mordida, hasta alguna infección o inflamación. O, también, puede deberse a las muelas del juicio, en caso de que todavía no te hayan salido. Es un problema de solución compleja y por eso te conviene acudir al especialista.

4. Dolor de cabeza y en cervicales

Vamos con un síntoma mucho menos asociado a la dentadura, pero que también puede influir. ¿Sufres cefaleas? ¿Tienes dolores en el cuello que tu médico de cabecera no ha asignado directamente a ninguna causa concreta? Entonces es aquí un buen momento en el que ir al dentista. A veces el bruxismo produce molestáis en la zona cervical, tensiones en el cuello, y dolores de cabeza e incluso de mandíbula. Con una férula de descarga o con soluciones similares podrás librarte de buena parte de dichas molestias o dolencias. Bastará con acudir a un profesional.

5. Encías inflamadas

Vamos con otra alerta muy común que muchas veces se pasa de largo. Las encías inflamadas producen malestar y molestia. Es como que tienes ganas de morder fuerte algo. Eso suele indicar que la limpieza no es la más adecuada, y que algo de sarro se ha introducido en ellas, creando molestias e incluso infecciones. ¿Cómo saber si tus encías están inflamadas? Muy sencillo. Si las ves más rojas e incluso más hinchadas es que es más que necesario acudir a un profesional de los dientes.

6. Sequedad constante en la boca

Finalmente, otro síntoma que te puede indicar cuándo ir al dentista es el de tener la boca seca siempre. Generalmente es el efecto secundario de alguna medicación que hayas podido estar tomando. Sin embargo, también puede indicar algún desajuste que conviene revisar. Por eso, acudir a un especialista siempre te va a dar más información y seguridad en el diagnóstico.

En definitiva, ahora que sabes cuándo ir al dentista y qué riesgos puede correr tu dentadura si no lo haces, solo nos queda insistir en que lo más recomendable siempre son una o dos visitas anuales. De esta forma se pueden cortar muchos de los problemas que puedan aparecer. Es una forma efectiva de prevenir todo tipo de complicaciones y de tener tu dentadura siempre perfecta para cualquier momento. Así pues, si no quieres preocuparte por tus dientes, basta con que te pases por nuestra clínica dental en Moncloa (Madrid). Te ayudamos a tener tu boca perfecta.